Su propietaria, Lisa Jane Cross, junto a la interiorista Blanca Rosselló, han convertido a esta finca mallorquina en un refugio para los amantes del nuevo lujo sostenible.
Este auténtico hotel destino, ubicado en el corazón de la Sierra de Tramuntana (Mallorca), cuenta con un equipo propio de 6 carpinteros, que han hecho de la madera el hilo conductor de su concepto creativo.
En LJs Ratxó todo parece tener su sitio. A pesar de su ambiente acogedor y tremendamente hogareño, ningún detalle es fruto de la improvisación. Y es que su lujo, es intencional, y fruto del sueño de sus propietarios, Lorenzo Fluxá Domene, y Lisa Jane Cross, de hacer de este precioso rincón de la isla de Mallorca, el hogar de muchos de los viajeros que deciden visitarla para conocer su auténtico ADN, el de la de la otra Mallorca: la desconocida, la inexplorada, la verde.
Un verde que en la Sierra de Tramuntana es legión, y que ha inspirado a Lisa Jane Cross, gran amante del diseño, y a la interiorista Blanca Roselló, a la hora de crear el concepto creativo de este auténtico hotel destino de 5 estrellas y 25 habitaciones.
Regreso a la Mallorca de los olivos: LJs Ratxó disfruta de una privilegiada ubicación en plena Sierra de Tramuntana, en una finca del Siglo XIV, que ocupa 2,6 millones de metros cuadrados de terreno. Esa frondosa naturaleza, plagada de encinas, pinos y olivos, es la que Lisa y Blanca han querido transportar al interior del hotel, utilizando para ello la propia madera de sus bosques. A este respecto, LJs Ratxó es el único hotel de Mallorca, y uno de los pocos del mundo, que cuenta con su propio equipo de carpinteros, integrado por 6 ebanistas profesionales.
Por sus manos pasan cada día retazos de árboles, que se desechan en la siempre necesaria limpieza de los bosques, y troncos que provienen de su habitual poda. Y a partir de ahí, al igual que hacían los antiguos talladores de la isla, hacen su magia, convirtiendo a la naturaleza en puro arte. ¿El resultado? Preciosas cajas de madera para las amenities de baño; soportes para los mandos de la televisión; números de las habitaciones de lo más eco; elegantes carteles ‘do not disturb’; lámparas de estilo boho chic y mesas de terraza, que invitan a disfrutar de un mobiliario natural, y absolutamente comprometido con su entorno.
Roots, experiencias gastronómicas en el interior de una montaña:
Un entorno que ha sido respetado, y maravillosamente recreado, en el interior de su restaurante a la carta “Roots”, en un proyecto de interiorismo que para Blanca Rosselló ha supuesto “una hermosa aventura, que me ha permitido trabajar, como nunca, en un entorno natural de gran belleza, y crear en su interior un espacio respetuoso con la estética y el paisaje mallorquín”.
Construido literalmente junto a la montaña, cuya espectacularidad es puesta de manifiesto a través de un gran ventanal, “Roots” emula a un bosque mediterráneo formado por enormes troncos y ramas que sustentan su techo, y cuyo pilar principal está cubierto por el tronco de un robusto árbol. Ramilletes de bombillas nos recuerdan al fruto de la tierra e iluminan la experiencia, mientras que paredes de piedra seca, cortadas excepcionalmente por los propios ‘margers’ de la finca para que encajen unas en otras, sin necesidad de agregar cemento, evocan a los típicos bancales de la Sierra de Tramuntana. Un decorado que, según la conocida interiorista mallorquina, “refleja a Mallorca en su estado más puro”.
Interiorismo made in Mallorca: Y lo hace no sólo en “Roots”, sino en todas sus estancias, a través de elementos tan típicos del interiorismo tradicional mallorquín como las telas de lengua, que imitan las ondas del mar; los cortinajes y lámparas de macramé; y las lámparas de cristal soplado, cuyos azules y superficies arenosas traen a la memoria del visitante la espectacular belleza de las playas de la isla.