
«La solidaridad y apoyo a nuestros empleados, que son el alma de nuestro negocio, es una de nuestras prioridades»
¿Cómo habéis afrontado la crisis desde vuestra cadena?
Desde BlueBay Hotels estamos afrontando esta crisis del COVID-19 con el máximo optimismo y positivismo posible, conscientes que enfrentamos escenarios desconocidos para todos, ciudadanos, sector público y privado. Pese al cese de la actividad turística y el cierre de todos nuestros hoteles, con los instrumentos jurídicos que se nos están proponiendo, estamos enfocados en el mantenimiento del máximo nivel de empleo, no sólo en España, sino en otros países donde tenemos fuerte presencia, como México o Rep. Dominicana, donde el sector privado está asumiendo la mayor parte del esfuerzo económico para garantizar salarios mínimos a sus empleados ante la falta de recursos o iniciativas suficientes de las autoridades locales. Este aspecto, el de la solidaridad y apoyo a nuestros empleados, que son el alma de nuestro negocio, es una de nuestras prioridades. Y por supuesto, aquí en España hemos ofrecido todos nuestros hoteles a las autoridades sanitarias para ser utilizados como hospitales para pacientes con síntomas leves o para uso del personal sanitario, como ya está sucediendo con el Hotel Miguel Angel by BlueBay de Madrid.
Habrá un antes y un después del Covid19 ¿Qué lecciones habrá aprendido el hotelero?
Una pandemia que ha confinado a medio planeta en sus hogares en un cortísimo espacio de tiempo y ha provocado el cese inmediato de la actividad turística en todos sus sectores (transporte, distribución comercial, establecimientos hoteleros, etc.), nos ha obligado a todos a redefinir nuestras prioridades y tomar medidas de urgencia. En este contexto aquéllos que estén preparados con estructuras ligeras, establecimientos reformados, apalancamientos bajos, liquidez suficiente (qué importante es ahorrar!) y equipos humanos comprometidos saldrán de esta crisis reforzados e, incluso, con posibilidades de crecer cuando la demanda se normalice. Pero lamentablemente hay muchas empresas, sobre todo dentro de la cadena de distribución comercial, donde se manejan márgenes más estrechos y se tiene una enorme dependencia del flujo de caja de las ventas diarias, donde se identificarán más problemas. Esta situación, sin duda, provocará el cierre de algunas de estas empresas que no estaban preparadas para un cese abrupto de la actividad y, tal vez, redefinirá los eslabones y márgenes de la cadena de distribución comercial.
2020 será un año atípico ¿Cómo están planificando la recuperación?
Creo que el alcance y desarrollo de esta pandemia nos va a dejar aún muchas noticias en los próximos meses. Hemos visto como en su fase inicial se concentró en China, durante las últimas semanas está castigando Europa, sobre todo Italia y España, y su expansión masiva en América ya es incipiente. Cada país no está tomando las mismas medidas, ni en los mismos plazos, que el resto de su entorno, y esto provocará estatus muy distintos en la evolución y control de la pandemia según destinos, lo que sin duda determinará la conectividad aérea y la recuperación de los flujos turísticos. Este factor es imprescindible para entender y programar la recuperación y el reinicio de la actividad. No obstante, en Blue- Bay Hotels estamos enfocados en el mantenimiento y cuidado de todos nuestros hoteles durante el periodo de cierre, de modo que estén listos de inmediato para recibir huéspedes en cuanto la situación lo permita. Del mismo modo estaremos muy atentos a las búsquedas que masivamente se irán identificando en las redes por parte de los ciudadanos definiendo tendencias de destinos y tipos de viajes, para poder adaptarnos a ellas y ofrecer productos personalizados.
¿Cree que cambiará la forma de viajar?
De esta situación estamos aprendiendo todos a diario, pero sin duda nos dejará hondas experiencias
que influirán en nuestra manera de vivir y también de consumir turismo. Estamos convencidos que la investigación que a nivel mundial se está realizando nos regalará a la humanidad, en los próximos meses, un tratamiento efectivo contra la enfermedad y la producción masiva de su vacuna; pero hasta que eso suceda, la actividad turística estará prácticamente parada, incluso cuando se supriman las medidas oficiales de confinamiento. Mientras exista la incertidumbre a nivel general de quién ha pasado la enfermedad, dónde puedes contagiarte, cómo podría afectar eso a tu entorno más cercano, incertidumbre que sólo mitigará el tratamiento y/o la vacuna, los ciudadanos tendrán mucha cautela a la hora de viajar, evitando destinos masificados, incluso dentro de su propio territorio nacional. Por ejemplo, un destino top europeo como Baleares, aun superando la enfermedad, difícilmente querrá recibir turistas de países que no mantengan el mismo estatus de control de la enfermedad; o si países como México no implementan rápidamente medidas, cuando el resto de países hayan controlado la enfermedad, al no haberse implementado a tiempo medidas en México, elegirán otro destino más seguro para sus viajes. A partir de ahora el sistema y cobertura sanitaria de cada destino será un elemento muy importante en la toma de decisiones del futuro viajero. Pero hemos de ser optimistas y aprender de esta situación. Los hoteleros tendremos que sumar a la oferta tradicional, productos más personalizados y exclusivos, como programas y servicios de salud en nuestros resorts. La demanda se irá recuperando paulatinamente probablemente dividida en dos tendencias: habrá un nicho importante para gente con alto poder adquisitivo que buscará destinos exclusivos con viajes a medida, evitando la masificación, con un gasto promedio por turista muy elevado; pero por el extremo contrario encontraremos la demanda de menor poder adquisitivo, con una gran sensibilidad al precio, que obligará al hotelero a ajustar tarifas no sólo en 2020, sino probablemente durante 2021, dado que los efectos de esta crisis, incluido el desempleo y la pérdida de poder adquisitivo del ciudadano, se prolongará durante un tiempo incluso tras el control de la pandemia.